Lo que no te dijeron sobre dejar el pañal





Los niños tienen capacidades innumerables para aprender a lo largo de su vida,  no nacen sabiendo sino que según su aprendizaje se van nutriendo de nuevos conocimientos, y lo que es mejor aun, los padres vamos adquiriendo estos conocimientos que nos enseñan cada día. 
Desde que nacen los vamos enseñando para que según nosotros tengan un mejor desenvolvimiento en su vida, los enseñamos a usar la teta para que aprendan a comer, desde ese momento empieza un trayecto largo de aprendizaje,  muchas dirán que es fácil, es solo poner el pezones y que simplemente empiece a comer, pero esto va más allá de nuestras expectativas porque la forma como introduzcamos el pezón, la forma como nos acomodamos, todo esto ayuda a una alimentación adecuada, pero eso es otro tema para otra ocasión.  

Hoy vengo a contarles mi experiencia con el cambio de dejar el pañal a usar lo que llamamos ropa interior (dígase calzoncillos, pantaloncillos y otros tantos nombres según el país) la verdad es  que ellos no aprenden a dejar el pañal, más bien como dije antes hacen un cambio, y al igual que muchas madres es la etapa más frustrante no sólo para el niño sino para todo el que le rodea, porque nos preocupamos en que deje el pañal porque así nos economizamos un dinero que será necesario para otras actividades. 

Pero lo real de la enseñanza que estamos dándole al niño, lo hacemos de modo empírico,  una lección aprendida de padres a hijos, lo que hemos visto a nuestro alrededor,  nos  enfocamos a que el niño aprenda a decirnos pipí o popo según nuestra necesidad y no la de ellos, aprendemos a buscar nuestra comodidad, y muchas veces creamos un ambiente tenso y un poco traumatizado para el niño. Porque no solo nos preocupamos de que el niño aprenda sino que no nos hagan accidentes que tengamos que limpiar, y ahí es que radica todo el asunto, mi hijo dejo el pañal y ya tengo una economía y va solo al baño tiene una independencia.

Es increíble el ahínco que le ponemos a esta etapa de la más frustrante para el niño, porque aprende o mejor dicho le enseñamos a sentir vergüenza, lo obligamos a crear una rutina adaptada a nuestras necesidades, y peor aún los condicionamos a que si por alguna razón decide hacerse sus necesidades encima lo humillados,  lo castigamos y decimos que nos hace pasar vergüenza. Para esto como madre he creado mi propia rutina para pasar esta etapa junto al niño y poco a poco me ha dado resultado, a continuación las enumero.

1. Preguntar, leer. Es increíble que teniendo tanta  información no la usamos, y digo esto porque si entras a Google veras miles de temas al respecto y cada uno tiene su técnica,  pero lo más importante es preguntar a otras madres que tal le ha ido y simplemente tomar lo que a ti te convenga o mejor aún lo que le resulte mejor al niño, hay muchos libros dedicados al este tema además de ayuda audiovisual que nos sirve de ayuda.  En mi caso use videos de YouTube como canciones o cuentos. Cabe destacar que en este proceso he recibido la ayuda de una de mis hermanas que trabaja en un centro de estimulación temprana de niños, y debo reconocer que ella ha sido de gran ayuda.

2. Ser paciente. Este paso no te lo enseña nadie, lo aprendes, y no es fácil porque aun estoy en el proceso,  tener tu hijo sentado en  el orinal y luego se pare y se lo haga encima y te mire sonriendo , ahí es que necesitas paciencia y entender que es un proceso donde el aun no entiende la gravedad o seriedad del asunto, tengamos en cuenta que un niño no ve el mundo tan estricto como los adulto, para ellos todo es un juego, no tienen porque tomarlo todo enserio. Están preparados para aprender,  pero jugando.

3. Ponte en su lugar. Hace 2 años atrás no estábamos tan preocupados porque hiciera sus necesidades,  con ponerle un pañal y con oler sabíamos que había que cambiarle o bañarle, ahora en menos de 3 días queremos que el aprenda por si solo a sentir, controlar sus esfínteres, salir corriendo, sentarse en el orinal o váter y luego llamar para que los limpien, y luego nosotros hacer una fiesta por esto, verdad que resulta un poco aterrador para ti? Imagina lo que siente un niño de 2 o 3 años. Mejor aun imagina esas ocasiones donde se te a salido el pipí y no habido nadie castigando te o haciéndote sentir culpable. 

4. Aprender con él. Aunque resulte extraño estamos dando y recibiendo conocimientos, y te resultará extraño que un niño pueda enseñar y la verdad es su que ellos enseñan más que nosotros, nos enseñan inocencia y en esta no cabe la vergüenza, la cual se la enseñamos los adultos , ¡deja eso!, ¡no hagas eso!, ¡mira lo que has hecho! Algunas frases que decimos, pero nunca le explicamos el porque se la decimos. A veces es bueno explicar y así ellos van aprendiendo si es necesario sentir vergüenza por nada.

5. Amor. Aquí resumo lo más importante,  con amor toda enseñanza es bien recibida. Por amor enseñamos a que nuestros hijos sean más independientes pero más que nada a que tengan autoconfianza en si mismo , recordemos que lo estamos preparando para que afronten el mundo.

Puedo seguir hablando y dar consejos que al final no valdrán de nada, cada niño es un mundo y solo tu como madre o padre podrás descubrirlo, ellos te hablan en su lenguaje y su conducta.

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